6 consejos para escalar el Aconcagua
1) Encuentra tu respiración
Las actividades a gran altitud requieren un tipo diferente de respiración para seguir suministrando oxígeno al cuerpo. Recomendamos entrenar los pulmones agregando ejercicios de respiración a tu rutina regular de entrenamiento para el Aconcagua. Puedes probar los siguientes ejercicios:
Respiración del vientre: este ejercicio se utiliza en muchos deportes y prácticas de salud. Te permite utilizar la capacidad pulmonar total para suministrar más oxígeno a las extremidades, lo que ayuda a prevenir los calambres musculares que causan la acumulación de ácidos lácticos.
Respiración por presión: puedes agregar resistencia a tu exhalación frunciendo los labios y exhalando con fuerza. Este trabajo de respiración ayuda a combatir la disminución de la presión atmosférica a grandes altitudes.
Entrenamiento de los músculos inspiratorios: esta técnica está destinada a generar resistencia al flujo de aire al inhalar, de modo que fortalezca los músculos inspiratorios. Existen dispositivos de entrenamiento de los músculos inspiratorios, pero podrás encontrar formas alternativas caseras de producir un efecto similar.
Ejercicios para contener la respiración: este tipo de entrenamiento hipóxico te permite simular la respiración a gran altitud, ya que reduce la cantidad de oxígeno durante el ejercicio y mejora la tolerancia al CO2. Puedes comenzar inhalando hasta tu máxima capacidad, exhalando y manteniendo la presión durante 3 recuentos e inhalando nuevamente. A medida que avanzas, puedes aumentar lentamente los recuentos.
2) Concentración
Los ejercicios de meditación y los mantras ayudan a reenfocar la atención en tu actividad y también son herramientas útiles para mantener la atención en tu cuerpo durante el ascenso
3) Evalúa el progreso de tu entrenamiento de forma divertida
Seguir una rutina de entrenamiento es fundamental para escalar el Aconcagua lo más cerca posible de tu zona de confort. Asegúrate de planificar el mes de entrenamiento de modo que incluya al menos uno o dos viajes de escalada o actividades al aire libre que pongan a prueba tu estado físico general de una manera divertida. Después de unos meses de entrenamiento, puedes repetir algunos de los viajes, así tienes un punto de comparación para evaluar tu progreso. ¡Esta evaluación es mucho más divertida y motivadora que las pruebas tradicionales de aptitud física!
4) Día a día
Disfruta de la expedición paso a paso. El objetivo es llegar al día siguiente y así sucesivamente. De nada sirve quemar etapas pensando en lo que puede pasar durante el día de la cumbre. Permítete disfrutar de la experiencia un día a la vez.
5) Tener ropa y equipo adecuados.
Independientemente de la fecha que elijas para venir al Aconcagua, tu equipo debe ser el adecuado. Puedes hacer click en este enlace para ver el equipo que necesitas; sin embargo, queremos resaltar que unas botas cálidas y cómodas marcan una diferencia significativa en tu desempeño. Recomendamos probar diferentes modelos y sentir cuáles son más cómodos para tus pies y pantorrillas. El uso de prendas ligeras y flexibles también es muy deseable. Cuanto más ligero sea el equipo, mejor.
6) Hidrátate tanto como puedas
Beber entre 3 y 5 litros de agua es muy importante ya que nuestro cuerpo se deshidrata mucho más rápido a gran altura. Este simple acto será de gran ayuda para combatir el mal de altura. Puedes beber un litro antes y durante el desayuno, añadir otros 2 litros antes del almuerzo e intentar acabar los 2 litros restantes antes de las 5 o 6 de la tarde, para que las noches sean más cómodas. Beber tanta agua puede ser molesto, pero es una excelente manera de ayudarte a sobrellevar la altitud mucho más fácil.