Altura del Cerro Aconcagua
Un pequeño 8.000
El Cerro Aconcagua, escenario de historias poco comunes y de grandes gestos de coraje y heroísmo. También develador de vanidades y temores. En ese ambiente exigente el hombre se muestra tal cual es, no hay lugar para el engaño.
El Monte Aconcagua es la montaña más alta del Continente Americano, esta es una de las razones por las cuales es conocido mundialmente. Aunque su fama se debe principalmente a sus grandes atractivos alpinísticos. Según dicen algunos expertos montañistas internacionales, que han escalado en el Himalaya, los casi siete mil metros del Cerro Aconcagua representan psicológica y fisiológicamente el ascenso de un cerro de 8.000 metros. Este fenómeno se debe a razones conocidas y a otras desconocidas aún.
En el Himalaya hay vegetación hasta 5.000 metros, en la cordillera de los Andes Centrales solamente hasta los 3.500 – 4.000 metros. La humedad relativa ambiente es muy escasa y el espesor de las capas de la atmósfera, en esta zona del globo terráqueo, tienen particularidades que determinan estos efectos. Sin dejar de mencionar que a la misma altura en el Cerro Aconcagua hay menos oxígeno que en el Himalaya y los vientos producen zonas de baja presión que intensifican estos efectos.
También se debe tener en cuenta que los campamentos base, desde los cuáles se inicia el ascenso, se encuentran
a más de 4.000 m.s.n.m.. La mayoría de los cerros de USA y Europa no llegan a esta altura, por lo que los andinistas americanos y europeos no están acostumbrados a estas condiciones y no dan importancia a las señales de peligro Para un andinista europeo equivale prácticamente a comenzar el ascenso desde la cumbre del Mont Blanc.
Estos factores sumados a las grandes distancias deshabitadas, al aspecto desértico general y al aislamiento de todo auxilio, tienen sin duda, importantes consecuencias sobre el ser humano. Todo esto contribuye a que el Monte Aconcagua sea un apropiado terreno de medida y preparación para acceder posteriormente a montañas superiores a 8.000 metros, constituyendo un excelente escenario de juego, donde el alpinista puede encontrarse completamente a gusto y colmar muchas de sus mas grandes ambiciones deportivas
Actualmente el montañismo es un juego. Un juego de fantasía y poder donde convergen técnica, capacidad física, experiencia, ética y determinación. Las montañas como objetivos alpinísticos solamente
Existen en la imaginación del hombre, en su fantasía. Se concibe la ascensión como si fuera un problema y se busca una solución lúdica para el mismo. El Centinela de Piedra, hierática pirámide para los Inca siglos atrás, aún atesora misterios y su magnífica silueta atrapa los sueños de muchos alpinistas.